lunes, 9 de noviembre de 2009

Lola



También acude la vela de mis genes

el mascarón de proa y un tajamar,

cuando surcas mis latidos,

inefable,

inextinguible en la memoria

de las células,

en mi yugular de queja

y de consuelo;

y el vino es evocación

cuando un rasguido tensa mi espalda

de abanico,

y la danza de unos nudillos

se vuelve copla.

Entonces tu pintura es flor, otra vez,

en los jardines;

el puro azul retorna a su hoja de añil,

y el amarillo afelpa suavemente

los estigmas del azafrán.

4 comentarios:

  1. Que maravilla! Las metáforas justas, preciosas y precisas. Me encantó!!!

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  2. Lola no tiene nada que envidiarle a George Sand...

    ¿copla, quejido ? , ¿rasguño, rasguido? and no comments, de los colores tornasolados sobre la piel...

    fascinantemente aterradora(*) su pluma, GothicSue)

    (*) como para no desentonar vio ;)

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  3. Corto M.
    Un placer leer sus comentarios, en los que se toma el trabajo y se da el tiempo para hacer un análisis diferente, una interpretación atrevida, acaso la veraz.
    Le agradezco, verdaderamente!!!

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Gracias caminante...llévate una rosa, para que te arome el andar...