lunes, 9 de noviembre de 2009
Lola
También acude la vela de mis genes
el mascarón de proa y un tajamar,
cuando surcas mis latidos,
inefable,
inextinguible en la memoria
de las células,
en mi yugular de queja
y de consuelo;
y el vino es evocación
cuando un rasguido tensa mi espalda
de abanico,
y la danza de unos nudillos
se vuelve copla.
Entonces tu pintura es flor, otra vez,
en los jardines;
el puro azul retorna a su hoja de añil,
y el amarillo afelpa suavemente
los estigmas del azafrán.
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Que maravilla! Las metáforas justas, preciosas y precisas. Me encantó!!!
ResponderEliminarEs muy bello!!!
ResponderEliminarLola no tiene nada que envidiarle a George Sand...
ResponderEliminar¿copla, quejido ? , ¿rasguño, rasguido? and no comments, de los colores tornasolados sobre la piel...
fascinantemente aterradora(*) su pluma, GothicSue)
(*) como para no desentonar vio ;)
Corto M.
ResponderEliminarUn placer leer sus comentarios, en los que se toma el trabajo y se da el tiempo para hacer un análisis diferente, una interpretación atrevida, acaso la veraz.
Le agradezco, verdaderamente!!!