sábado, 1 de agosto de 2009

La sombra del ángel (2da. parte)


Los sueños han sido siempre un factor sobresaliente en toda la cuestión gótica. El maquillaje con tintes “mortuorios” de algunos personajes del cine gótico, nos hace rememorar, no pocas veces, a las pesadillas más terribles. Asimismo, en la estética gótica se reproduce como ícono, reiteradamente, uno de los motivos más movilizadores de sueños y desvelos en todos los seres humanos: la muerte.
Generalmente representada con ropajes negros, en contadas oportunidades vestida de blanco, la fascinación aterradora que provoca ha hecho correr ríos de tinta y kilómetros de film, en libros y películas que recurren a la exacerbación de los sentidos a través del miedo ante esa figura desconocida y espeluznante.
Ese miedo inevitable, o curiosidad morbosa, convirtió a un fenómeno psicológico (el Thánatos) en el leitmotiv de incontables obras.
Los sueños (“esas imágenes que desfilan en las paredes de nuestras células solitarias”), representan, para muchos de nosotros con alguna orientación mística, la puerta a un “otro despertar” donde diversas dimensiones se abren a nuestro conocimiento y nuestros sentidos que se hallarán durante los mismos, paradojalmente, “muy despiertos”.
Dicha incitación, casi mágica, ha sido utilizada por numerosos hombres de literatura, cineastas, músicos, y todo tipo de artistas a fin de “despertar” su sensible creatividad.
Sueños dormidos, sueños lúcidos, alucinaciones, viajes mentales, inducciones con químicos o con productos naturales, y muchas otras variables han sido atravesadas desde le fondo de los tiempos para conocer algo más del “más allá”. Ese interés mórbido sobre experiencias buscadas y temidas al mismo tiempo, fueron en muchos casos las musas de magníficos artistas de todas las áreas de la cultura, como Van Gogh, Poe, Baudelaire, Chopin, Liszt, Rachmaninov, Morrison, Lovecraft, Scott, Bowie, Le Fanu, Van Eyck.… y cientos más que abrevaron en las aguas fantasmales de lo onírico para dar a luz muchas de sus magnificas creaciones góticas.
Artistas, políticos, científicos, filósofos, psicólogos... hombres de todos los días…han tenido y seguirán teniendo una expectativa sobre la interpretación de esos mensajes metafísicos.
Como dije, uno de los temas más utilizados en la cuestión gótica, han sido y serán los sueños y su órbita tremendamente hipnótica y seductora. La lucha entre “la gran bestia” y el "mesías mundano” que todos llevamos dentro ha sido permanentemente uno de los territorios tabúes que, más allá de cualquier orientación psicológica, filosófica, y/o religiosa, ha trazado un invariable paralelo entre la veneración profana y la espiritualidad más ortodoxa, en medio de un mundo que se debate, día a día, entre la sombra del ángel y el ángel mismo. Un mundo que parece derrumbarse frente a la tormenta de “hechizos” sexuales, polvo blanco, humo y alcohol.
Mundo, que según los críticos mas severos, se hace más tenebroso y temible y que “opera en el lado equivocado del cerebro” , como si el ADN de la humanidad estuviera ineluctablemente condenado a ocupar la tumba de un suicida.

5 comentarios:

  1. Interesante lectura para aquellos desvelados, eternos desvelados, que amamos la noche, que amamos las criaturas insomnes y extrañas. Me despertas mucha curiosidad. Me agradaría seguir leyendote.

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno el blog. te felicito!!! y muy interesante la lectura...quiero más!!!

    ResponderEliminar
  3. Su, te felicito, digna obra de un cerebro brilante y un corazon noble, seguido de una belleza particular que transmite tu escencia en las mas cálidas expresiones de la lecutra de tu obra
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Como estoy respondiendo con retraso los comentarios, me he podido dar cuenta de que no lo he visto nuevamente Sir. Bueno, de todos modos lo espero. Gracias por sus palabras.
    Cariños

    ResponderEliminar
  5. Anonimo, me hace poner colorada. Repito por ene vez que recién hoy estoy terminando de responder los comentarios del blog. Sepa disculparme. Le agradezco! Desearía que se identificara para la próxima.
    Un cariño!

    ResponderEliminar

Gracias caminante...llévate una rosa, para que te arome el andar...