lunes, 16 de noviembre de 2009

Madrigal



Ahora

que tengo la luz comprometida

y la sombra prestada.

Ahora

que florece el capricho

y es agosto,

y la sangre se detiene en las venas

al mirar a mi lado

por las mañanas,

y el viento encuentra su duende

debajo de la palabra que callamos.

Ahora

es el momento preciso,

el ansiado,

para dolerle a los lunes

la ternura

de volver a empezar.

2 comentarios:

Gracias caminante...llévate una rosa, para que te arome el andar...