lunes, 14 de septiembre de 2009

ÆmpiecД


Nada se la ciudad toca el suelo. En los días luminosos esporádicas sombras caladas se sujetan al follaje. Dioses de dos especies la protegen. Unos son tan pequeños que no se ven, y tan numerosos que no pueden contarse. Sólo la teofanías han narrado a los otros. Desde antes del tiempo los augures aseguran que el armónico diseño de la ciudad es de factura divina. Evocada desde las mentes, inspira esa vista...esa luz...ese zumbido... ese aire empolvado de amarillo.
Se cuenta que, llamados a dictar las normas de su fundación, adivinos, astrólogos y matemáticos establecieron, a través del panteísmo de unos cálculos y la fábula eximia , el lugar y la fecha. El esmero de la premonición olvidó el idioma. Todo para que cada rincón de la ciudad recibiera el justo influjo de las novas y fugara, cada cuarenta años, hasta la sombra misma de un eclipse de luna. La identidad fundamental de existir, soñar y representar que no, le fue otorgada de antemano. Al fin nadie hubo en ella.
Convencidos de caducidad, los constructores resignaron el espacio y el tiempo como formas ajenas. Mas fuera un milagro que alguna vez, la ciudad, dejara de ser, pues ha sido invadida por hadas. Puede ser también que aquella invasión expulsara a los hombres.
Prestando atención, especialmente en las noches, las oyes arguir, hacerse reproches, soltar burlas, risitas irónicas y rezos...
Si quieres creerme, bien...
En todo caso esas mujercitas se oyen alegres y cada mañana se las escucha cantar. Agradecida la luna ha otorgado a la ciudad de las hadas el privilegio más raro: crecer en la ligereza de unas alas.

3 comentarios:

  1. Que lindo. Y que difícil de seguir, por lo menos para mi (algunos párrafos los releí cuatro veces...)
    Ah, ¿qué es o son las teofonías? ("solo la teofonías han narrado...")

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  2. Teofanías, George, póngase los lentes!!! jaja.
    Bueno...Una teofanía es una manifestación local (como una aparición visible) de una deidad a seres humanos.En la religión cristiana, se llama teofania, (del griego theos= Dios, y faino = aparecer, manifestación) a las apariciones (por ejemplo) de Dios o de seres angélicos que se nos narran con frecuencia en el antiguo y en el nuevo testamento.
    Está buena su pregunta. De paso aclaro ese punto, para alguna otra persona que tenga esa inquietud.
    Gracias!

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Gracias caminante...llévate una rosa, para que te arome el andar...