domingo, 13 de septiembre de 2009

iLluSivE

Es así por incompleta o por haber sido demolida, si hay detrás un hechizo o sólo un capricho lo ignoro. El hecho es que no tiene nada que la haga parecer una ciudad. Es sutil como un sueño narrado. Se destaca contra el cielo por su blancura o su opacidad según se la mire desde la puesta del sol o desde el alba.
Abandonada, antes o después de haber sido edificada, no puedo decir que esté desierta. Al sol brillan hilos de agua y abanicos de palmeras tersas, salpicaduras de arena que sopla el erial engarzan las paredes que flotan. Como venas subterráneas las tuberías surgen cuando cruzas las esquinas y luego vuelven a esconderse, en una vibración lujuriosa.
Está completa de fantasmas; sueños de las personas que nunca la habitaron, efímeros sentimientos de amor que no fueron siquiera alumbrados, imágenes sucesivas empeñadas en reflejarse. Abajo el agua crepita. Magma extraño, fuego eterno que se eleva sobre el lago que es su base. La especial dignidad de las formas sobresalta. Caladuras y relieves subsisten sólo porque son pensados, o porque la conciencia de los soñadores impide echarlas al azar. En sus arcas se atesoran más y más sueños en párrafos de oro de lo que nunca se dijo, y lo que jamás será dicho por las bocas cobardes de los hombres.
Es una ciudad de muertos vivos, de vivos muertos, de esperanzas quebradas, que busca a su gemela dichosa desde el fondo de los tiempos, mirando la neblina de un rostro y un gesto que no responde a lo ideado.
No obstante la fuerza de la búsqueda de sus posibles habitantes la eleva por momentos en accesos de euforia. Es un fugaz instante en el que un hombre y una mujer se creen ciertos por sus cuerpos desnudos, por la hierba que los sostiene, por la arqueada figura que delinean creyendo que se aman, alzando los ojos, mirando sus bocas, trémulos los labios, piel contra piel. Imaginando mil encuentros más, sin decir nada porque no hay lenguaje sin engaño, y ésta ciudad sólo acoge a los perpetuos tenaces que deshabitan el lugar para volver a habitarlo en otro sueño de amor, con una llaga más... con una ilusión menos; escrutando las huellas de la felicidad que todavía entrevén allá donde el tiempo asignado a cada uno, navega entre las luces lejanas de naves pequeñas, que sonámbulos y locos se atreven a recrear sólo por algunas noches en que el itinerario de sus vidas se suspende, y una nueva única escena milagrosa se cumple, se impregna en las pupilas, se acerca a la verdad, para luego volver a la esencia, una y otra vez, hasta siempre o jamás.

3 comentarios:

  1. Es interesante, muy interesante. Según mi apreciación estás hablando, de almas gemelas, reencarnaciones, amor, desamor, uffff ¡cuantas cosas! Impresionante.

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  2. Si, Nory, quise hablar de muchas cosas, y de todas esas que mencionás en particular. Me gusta que te guste.
    Besissss

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Gracias caminante...llévate una rosa, para que te arome el andar...